Era (o es) un hombre de 50 años, calculo. Emanaba olor a alcohol a las 10 de la mañana. Hablaba por celular, pero su tono de voz era lo suficientemente alto como para que en Pekín lo escucharan.
-Pasame ese número que te dije (...) ¡¿me lo vas a pasar, sí o no?! ¡Bueno, apurate!... Hola, ¿por favor me prestarías algo para anotar un número? - Notar que su forma para dirigirse hacia una desconocida es más amable.
-Sí, aquí tiene.
-¿Cómo es el número? Dale decime... aja, aja, bueno chau. ¿Me ayudas a marcar éste número? No entiendo esto de los celulares. Todavía tengo que aprender a mandar mensajes de texto ¿Tiene cámara esto?
-No señor, no tiene cámara. - Era un celular parecido al Nokia 1100.
-¿Cuál botón se aprieta para llamar? Tengo que hablar con mi psiquiatra.
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