Tuve la suerte de que ese día el colectivo estuviera vacío. Yo estaba enferma y de verdad necesitaba sentarme, así que me eché en el primer asiento con sombra que encontré.
Casi dormida, percibo que alguien se sienta a mi izquierda. Ni siquiera hice el esfuerzo de fijarme con quién viajaba... por las dudas.
Y luego me sorprendió:
- Disculpá. ¿Sabés dónde queda la calle Patria?
- Creo que en barrio Pueyrredón, pasando General Paz, pero de verdad que no podría decirte exactamente dónde.
- Claro, pienso lo mismo, pero no sé la ubicación exacta. Pasa que no quiero caminar ocho cuadras debajo del sol cuando me baje del colectivo. -¿Cómo sabía que iba a caminar ocho cuadras debajo del sol si no conocía la ubicación de la calle? ¿Por qué se subió a ese colectivo si de verdad no sabía su destino?- Bueno, no sé cómo haré... Te gusta la música.
- Emmm, sí.
- ¿Qué música?
- La que venga menos la basura que anda dando vueltas.
- Ah, bueno, entonces ya te voy a invitar a algo que hagamos con la banda.
- Ajam?
- Sí, porque yo estudio profesorado de música en...
Creo que a partir de ese momento puse la mente en blanco porque no recuerdo una palabra de lo que dijo hasta que me pidió un papel.
- Dale, dame un papel así te anoto mi e-mail.
- ¿Y ese es el e-mail del instituto en el que estudiás?
- No, es el mío.
- Ah. Acá me bajo. Chau.
Y cuando leo la dirección de correo electrónico que me había dado, su usuario era "obvioquenoteregistro".
Si por esas casualidades del destino este tipo leyera la anécdota de la que él es protagonista, no quisiera que dejara este blog sin que se enterase primero que su táctica es bastante idiota.
Casi dormida, percibo que alguien se sienta a mi izquierda. Ni siquiera hice el esfuerzo de fijarme con quién viajaba... por las dudas.
Y luego me sorprendió:
- Disculpá. ¿Sabés dónde queda la calle Patria?
- Creo que en barrio Pueyrredón, pasando General Paz, pero de verdad que no podría decirte exactamente dónde.
- Claro, pienso lo mismo, pero no sé la ubicación exacta. Pasa que no quiero caminar ocho cuadras debajo del sol cuando me baje del colectivo. -¿Cómo sabía que iba a caminar ocho cuadras debajo del sol si no conocía la ubicación de la calle? ¿Por qué se subió a ese colectivo si de verdad no sabía su destino?- Bueno, no sé cómo haré... Te gusta la música.
- Emmm, sí.
- ¿Qué música?
- La que venga menos la basura que anda dando vueltas.
- Ah, bueno, entonces ya te voy a invitar a algo que hagamos con la banda.
- Ajam?
- Sí, porque yo estudio profesorado de música en...
Creo que a partir de ese momento puse la mente en blanco porque no recuerdo una palabra de lo que dijo hasta que me pidió un papel.
- Dale, dame un papel así te anoto mi e-mail.
- ¿Y ese es el e-mail del instituto en el que estudiás?
- No, es el mío.
- Ah. Acá me bajo. Chau.
Y cuando leo la dirección de correo electrónico que me había dado, su usuario era "obvioquenoteregistro".
Si por esas casualidades del destino este tipo leyera la anécdota de la que él es protagonista, no quisiera que dejara este blog sin que se enterase primero que su táctica es bastante idiota.
