sábado, 21 de agosto de 2010

La Eficiencia.


- Hola, ¿de qué empanadas tenés?
- Jamón y queso, criollas, de pollo y árabes.
- Dame una de jamón y queso.
- No me quedan.
- Bueno, que sea criolla.
- ¿Salada o dulce?
- Dulce.

...

Me dio una de pollo.

Su ineficiencia, mi frustración.

Gini Beutel.

martes, 27 de julio de 2010

Actitud Johnny Bravo.


- Hey, ¡nena!-Solía decirle a las mujeres que les parecía atractivas al pasar a su lado por la calle, por ejemplo.

No vacilaba en dar "piropos", al contrario, pensar en voz alta era su fundamento.

Utópico sería un mundo de Johnnys... Sus pensamientos eran demasiado limpios, y claro, después de todo es un dibujo animado para niños.

Pero la idea básica de Johnny Bravo está insertada en la mentalidad de algunos seres, los cualos tampoco dudan en los beneficios de pensar en voz alta.

"¡Mamita!... "¡mi amor!... oh, qué bonita que sos." Son las cosas más pasables que dicen los hombres (no sé las mujeres) en la calle; con qué finalidad no sé, porque no creo que una persona en su sano juicio se confíe a acercarse a alguien que te desnuda con la mirada en un segundo.

Por eso bendigo al creador del Mp3. Antes de daba la sensación de que cada uno iba en su propio mundo con estos artefactos, pero la sociedad en sí está forzando eso: abstraerse constantemente, y veo lo genial que es ensordecerse con buena música e ignorar a los pobres ineptos con los que convivimos.

Gini Beutel

viernes, 12 de febrero de 2010

La Ventaja de Ser Específicos.

(Año 199 y pico)
Un matrimonio jóven llegó al concesionario. Presentaron su idea de comprarse un auto y comentaron que tenían el dinero en efectivo para pagar. Por poco daban la sensación de jactarse de su capital.
El vendedor les mostró algunas opciones, pero a medida que les mostraba los modelos, cada vez exigían menos calidad y descendían con el perfíl del auto que querían.
De un Fiat Duna a un Fiat Uno y luego terminaron decidiéndose por un Vivace (no pedirle mucho a este auto). 
Tratando de mantener la postura, el hombre le preguntó al vendedor con cara de obviedad: 

- Pero viene con aire el auto, ¿no?
- ¡Por supuesto! - Contestó el vendedor con un sentido irónico.
- Bueno, lo llevamos.

Al irse el matrimonio, los demás vendedores empezaron a reirse de la avivada de su compañero.

- ¡Qué hijo de *$%@ que sos! ¿Cómo les vas a decir que venía con aire?
- ¡Claro! Tiene aire en las 4 ruedas...

[Yo le hubiera dicho: "Claro que viene con aire, no fabricamos autos al vacío"].

miércoles, 10 de febrero de 2010

Me Asusta La Falsedad

Ahora tengo que rendir por tercera vez la materia que me complicó la existencia por tanto tiempo, matemática, y estoy yendo a una profesora para asegurarme un "aprobado".
La mujer parece muy simpática, y yo desconfío de la gente demasiado simpática.
Las llamadas telefónicas que recibe durante clases confirmaron mi teoría acerca de la gente "dulce" que bordea con el empalagamiento. SON CARETAS. Al final no soy una desconfiada sin razón.

-¡Hola Pauli! ¿Cómo estás mi amor?... Sí, bueno... ahora estoy con alumnos, pero no importa. Decime qué necesitás corazón... Ajá, ajá, bueno... No hay problema, yo te lo consigo. No te preocupes, dulzura... Bueno mi amor. Besitos, besitos. - Cuelga y blanquea los ojos con expresión de exasperada. - ¡Ya me tienen harta!

¡Y ella me trata tan, pero tan bien que me da miedo!

lunes, 1 de febrero de 2010

Añorado Kiosco

A partir del viernes pasado dejé de trabajar en el kiosco. Ahora me tengo que concentrar en estudiar para salvar mi año, pero realmente extraño trabajar.
Extraño a la gente loca que viene a mi casa de 5 hs por día para plantearme dilemas indecifrables, extraño a las señoras extravagantes que compran cigarrillos carísimos para matarse con estilo, extraño a los turistas (a los judíos sobre todo. Son los más simpáticos), a los de la zapatería de al lado, a los del local de informática del frente, a las hermanas de la mercería que eran las únicas que comían facturas con membrillo y llevaban un "puchito", al pintor de la galería que me hablaba como si me conociera desde hace años, extraño al doctor despistado, a la depiladora, a las hermanas haitianas, a los pasaban caminando muy pensativos como si el mundo se situara en su cabeza, a los abuelos y a las abuelas, a los nenes caprichosos que exigían a sus papás que les compraran un chupetín de $8... en fin. Creo que extraño el fiel reflejo de la sociedad concentrada en 10 metros cuadrados (o quizás menos).

P.D.: A las que nunca voy a extrañar son a las yankis creidas e ignorantes que no saben hablar ni un poquito (muy poquito, no soy tan exigente)de castellano, y que se dirigen a mí como si Yo tuviera la obligación de saber Su idiota (perdón, quise decir Idioma) estando en Mí País.

sábado, 30 de enero de 2010

Lo Patético.


Era (o es) un hombre de 50 años, calculo. Emanaba olor a alcohol a las 10 de la mañana. Hablaba por celular, pero su tono de voz era lo  suficientemente alto como para que en Pekín lo escucharan.

-Pasame ese número que te dije (...) ¡¿me lo vas a pasar, sí o no?! ¡Bueno, apurate!... Hola, ¿por favor me prestarías algo para anotar un número? - Notar que su forma para dirigirse hacia una desconocida es más amable.
-Sí, aquí tiene.
-¿Cómo es el número? Dale decime... aja, aja, bueno chau. ¿Me ayudas a marcar éste número? No entiendo esto de los celulares. Todavía tengo que aprender a mandar mensajes de texto ¿Tiene cámara esto?
-No señor, no tiene cámara. - Era un celular parecido al Nokia 1100.
-¿Cuál botón se aprieta para llamar? Tengo que hablar con mi psiquiatra.

Espero que tomar vitaminas con Ginseng sea suficiente para mí.

sábado, 23 de enero de 2010

Mirar Para Afuera

Lugar: Calle Dean Funes (parte peatonal).

Una mujer estaba parada alzando a un bebé que respiraba a través de un tanque de oxígeno. Le pregunté qué le pasaba al bebé y me contó que acababa de salir de una operación. Tenía problemas en los pulmones, y la operación produjo que su estómago rechazara la leche común para bebés.
"Yo no soy su mamá, soy su abuela. Mi hija quedó embarazada muy jovén y no quiso tenerlo enfermo, así que lo abandonó y yo me hago cargo de él. La leche que toma sale $100 la caja y dura 5 días, eso hace que tenga que salir a pedir porque me cuesta mucho conseguir la plata para darle de comer. Me molesta pedir, y me da verguenza porque no es bueno exponer a un bebé a éste ambiente, pero es lo el único remedio por ahora."
El bebé lloraba incómodo en su coche, la mujer le dijo que se callara y como si fuera un robot se quedó dormido automáticamente. Al mirarlo supuse que tenía  6 meses, pero en realidad tenía un año y mi hermano de 8 meses, en aquel entonces, le doblaba en tamaño.
Una impotencia me invadió entera al ver aquella situación y pensar cómo sería si a mi hermano le pasara lo mismo.

Lugar: Otro lugar (conversación entre conocidos).
-Quedó chiquita la casa, parece un departamento - críticas producidas por la envidia -, y pobresita ella que tiene que compartir el baño con el hermano -

Consigna 1: Mirar paralelamente ambas situaciones. La mujer de la primera situación está agradecida cada vez que su nieto tiene algo para comer, y en la segunda situación se producen quejas por compartir el baño con una sola persona.

Mi conclusión: Somos unos desagradecidos, unos quejosos, unos llorones, y todo al vicio.

Consigna 2: Ser más agradecidos.


jueves, 21 de enero de 2010

¿Hijos o Huérfanos del Rigor?


Gracias a Dios que el negocio estaba vacío en ese momento. Entró una mujer a hacer una llamada telefónica que hacía grandes esfuerzos para caminar. Además de tener sobre peso, la humedad hacía que sus operaciones se hicieran notar, y eso empeoraba su salud.
Nos contó que es vendedora ambulante y vende bijouterie en la Plaza San Martín. Hacer collares a mano es su único trabajo hasta que le otorgaran una pensión que por el momento parece que va a tardar bastante en salir.

"La vez pasada estaba vendiendo los collares en la plaza. Vino un municipal y me dijo que le diera $50 para dejarme seguir vendiendo, pero yo recién había empezado a vender, no me había dado tiempo para juntar la plata y me dijo "lo siento". Se llevó todo, 50 collares. De esto vivo, y es lo único que tengo para comer todos los días. Que te quiten esa cantidad es una perdida terrible, se hace muy difícil recuperarse. Las chicas de la galería me dijeron que si veía municipales me fuera al lado de ellas, pero si hago eso, ellas se arriesgan a perder todo al igual que yo."

Al igual que esa mujer, hay muchos otros vendedores ambulantes que trabajan en la calle bajo las mismas condiciones... y los que controlan necesitan alguien que los controle.

Robar de esa manera me parece repugnante.

Ya lo decía el dicho: Somos hijos del rigor.

domingo, 17 de enero de 2010

El Razonamiento Deprieme.


Fecha:Algún día hace 2 o 3 semanas.
Lugar: Kiosco.

- Hola, ¿cómo andan? (cliente pesimista, de 40 y pico de años, deprimido por razonar tanto).
- Bien, ¿usted? - respondo deseando con todas mis fuerzas que no se queje, nuevamente.
- Bien, ¿para qué voy a quejarme?
- ¡Estaba deseando justamente que hoy no se quejara! jaja
- ¡Si me quiero quejar, así lo tengo que hacer! Por lo menos me puedo sacar toda la porquería que tengo dentro. Es que la gente es tan boluda...
- Bueno señor, en ese aspecto hay que resignarse.
- ¿Resignarse? ¡Un tipo se resignó y murió crucificado!


¿Resignarse?, pregunto yo. Amor no es resignación, es entrega.

Lastimoso, Odioso y Gracioso.

Luego de un paseo con la familia (papá, mamá y hermanos) nos subimos en un taxi para regresar a casa. Un viaje para acordarse.

P: -Hola, vamos por Duartes Quirós y doblamos en Echeverría en la entrada de la izquierda.
T: -Es obvio que la entrada está para la izuierda.
P: - Disculpe señor.
Y: -En ésta tiene que entrar por la izquierda señor (totalmente descolgada de lo concerdado anteriormente... vaya a saber donde volaba mi mente).
T: -A eso ya lo habíamos concertado antes con el señor.
Y: -Disculpe, no estaba prestando atención.
T: -Claro, lo que pasa es que las mujeres piensan que los hombres somos unos estúpidos. Repiten todo mil veces como si no entendiéramos.
Y: -Señor, en ésta a la derecha... señor, se pasó de cuadra (mi mamá muere de risa)
T: -Siempre tienen que hacer del papel de copilotos. ¿Sabe lo que pasa? Es que en realidad las mujeres nos hacen creer que los hombres llevamos los pantalones, pero es mentiiiiraaa, ellas tienen los pantalones, siempre deciden ellas qué hacer. Todo es un plan maléfico, están complotadas entre sí. -se da vuelta dirigiéndose a mi papá. -y a su plan lo empiezan a llevar a cabo después del casamiento, antes nooo, parecen unos ángeles (ninguno de los tres logra contener la risa, hasta el bebé se ríe, aunque no entiende por qué).

Al bajarnos del taxi, apesar de la risa, nos quedó un sabor amargo al pensar en lo que el pobre remisero habrá tenido que enfrentar para sacar una conclusión tan generalizada y explotar con personas totalmente agenas a su situación... de verdad existen mujeres que tienen genes de serpiente.


Conclusión: el taxista era un hombre de 40 y pico divorciado. Había pasado una pesadilla durante su matrimonio y ahora está traumado... más vale solo que mal acompañado decía el dicho.

miércoles, 13 de enero de 2010

Con Razón Dicen Los Musulmanes Que Somos Excibicionistas

Una señora obstentosa de 50 y pico se acerca al mostrador para pagar una cabina telefónica a mi abuela.

-Son $0,50 señora.
-¿Cómo va a ser 5o centavos si yo no hablé nada? Me marcaba 0,25. Algo anda mal, eh?
-Nosotros simplemente le cobramos lo que figura en el visor. Si acá dice 0,5 debe ser seguramente porque usted se pasó por un minuto. La tarifa es fija, nosotros no podemos modificar el monto porque las cabinas son de Telefónica.
-No, no, no, no, no. Esto está muy mal. Yo no hablé nada ¿por qué 50 centavos? Cuando yo voy  a hablar por teléfono a otros lugares, siempre me sale 25 centavos la llamada, me parece muy raro que acá no sea así.
-Debería hacerle una demanda a Telefónica para que le devuelvan sus 25 centavos - Intervengo.
-Sí, ¡ustedes debería hacerle una demanda a Telefónica, porque si saben que algo anda mal con la tarifa está mal cobrarle al cliente!
-Bueno señora bueno... - Mi abuela le sigue la corriente.
-¡Tomen los 0,50!
-¡Chau!... Señora - digo despidiéndola por última vez.

(El resto de los clientes seguía riéndo por el escándalo, al vicio, que llevó al cabo La Señora).

-Hola, ¿me das un Malvoro 20?... Pero que tenga 20, eh?

(Más risas)

martes, 12 de enero de 2010

¿Two Qué?

Cada vez que voy al baño, al salir hay un mundo de gente esperando para ser atendidos. Mi abuela desearía tener dos manos más y mi abuelo quisiera que su pantalón tuviera bolsillos más cómodos.
Entro al mostrador buscando a quién atender y escucho una conversación que se asemejaba a la de un teléfono descompuesto entre mi abuelo y un cliente turista que preguntaba el precio del agua mineral.

-Two, seventy-five?
-No, pero ésta tiene gas.
-Two, seventy-five?
-No, pero ésta tiene gas señor.

-Abuelo, te está preguntando si sale $2,75. Yer Sir. Two, seventy-five.

-Oh, thanks... bye bye.

Las Dos Palabras

Entra un chico de como 22 años, muy alto, rubio y con una mochila en la que podría llevar una heladera (las mochilas de ese tamaño son típicas de los turistas mochileros - valga la redundancia).

-Hola, ¿Indervi? (según mi oido)
-¿Internet? Sí, pasá por la 2.
-No, Derby al mostrador de cigarrillos.
-Ah, perdón. Acá tenés. Son $4,25 (diciendo los números lento y casi separados en sílabas "para que entienda").

En Común: Las frases de los mochileros no superan las 2 palabras.

En Córdoba los Porteños Son Un Mapa

Llega al kiosco una  clienta con tonada porteña, rubia (teñida), llena de accesorios y un bronceado de cama solar.

-Hola... ¿La calle Jujuy?
-Es paralela a la Tucumán, yendo por la Colón te vas a chocar con la calle.
-Ay no! No queda ahí. Bueno gracias. Chau.

...

Miro a mi abuela con los ojos exageradamente abiertos y pienso ¡¿Para qué pregunta?!