jueves, 21 de enero de 2010

¿Hijos o Huérfanos del Rigor?


Gracias a Dios que el negocio estaba vacío en ese momento. Entró una mujer a hacer una llamada telefónica que hacía grandes esfuerzos para caminar. Además de tener sobre peso, la humedad hacía que sus operaciones se hicieran notar, y eso empeoraba su salud.
Nos contó que es vendedora ambulante y vende bijouterie en la Plaza San Martín. Hacer collares a mano es su único trabajo hasta que le otorgaran una pensión que por el momento parece que va a tardar bastante en salir.

"La vez pasada estaba vendiendo los collares en la plaza. Vino un municipal y me dijo que le diera $50 para dejarme seguir vendiendo, pero yo recién había empezado a vender, no me había dado tiempo para juntar la plata y me dijo "lo siento". Se llevó todo, 50 collares. De esto vivo, y es lo único que tengo para comer todos los días. Que te quiten esa cantidad es una perdida terrible, se hace muy difícil recuperarse. Las chicas de la galería me dijeron que si veía municipales me fuera al lado de ellas, pero si hago eso, ellas se arriesgan a perder todo al igual que yo."

Al igual que esa mujer, hay muchos otros vendedores ambulantes que trabajan en la calle bajo las mismas condiciones... y los que controlan necesitan alguien que los controle.

Robar de esa manera me parece repugnante.

Ya lo decía el dicho: Somos hijos del rigor.

1 comentario:

  1. Tipico debate: vendedores ambulantes vs municipalidad... La unica forma de saber con certeza quien es el ladron y quien el policia es metiendose en la municipalidad o vendiendo collares y demas en la cale... aunque creo que hoy por hoy la gente (y me incluyo) apoya a los vendedores.

    ResponderEliminar